El Design Thinking tiene un enfoque centrado en las personas, para resolver problemas e innovar a través del prototipado. El Design Thinking usa la colaboración multidisciplinaria a un nivel radical y la orientación a la acción para tratar problemas complejos, concebir nuevas soluciones y aprender a través del feedback que entregan la aplicación de ideas en el mundo real. Este enfoque permite tomar el desafío de diseñar la propia vida o propósito de vida, que es una tarea muy amplia y a veces vaga. Muchas personas saben qué quieren hacer con sus vidas, pero otras no. Ellas necesitan probar nuevas opciones y aprender de ellas. Esas pequeñas experiencias o pasos, son prototipos que permiten disfrutar y aprender, no fracasos. El Design Thinking para la Vida se encarga de esto.